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¿Y si respiramos?

Por Diego García. ¿Y si respiramos?

¿Cómo es posible respirar muchas veces y no conseguir hacer una frase entera sin ahogarme antes del final? ¿Por más ejercicios para ampliar la respiración que haga, no sirven de mucho? ¿Y si no tengo la capacidad suficiente para tocar la flauta?… Estas son preguntas que muchos estudiantes se hacen o nos hicimos en su momento cuando llegábamos a este punto, así que, Reflexionemos sobre ello.

El arte de respirar no aparece solo, hay que trabajarlo. Cuando nos dicen respira «abajo», «con la tripa», «el diafragma», todos esos conceptos tienen un soporte técnico en los instrumentos de viento que quizás, cuando somos estudiantes y no lo dominamos, no tiene la importancia que se merece. Una mala respiración puede arruinarnos el fraseo en una gran melodía y seguramente tengamos que hacer más respiraciones de peor calidad, afectando a nuestro sonido.

Dependiendo de la obra que estemos tocando tendremos que respirar según el carácter de la misma pero siempre sabiendo que, ya sea corta o larga, la respiración nos tiene que permitir llenar los pulmones y dejar que la técnica haga su trabajo. Si estoy tocando el II movimiento de Poulenc podré hacer unas respiraciones más «calmadas» y profundas que acompañen al fraseo, pero por el contrario si me encuentro tocando el IV de la sonata de Prokofiev mi respiración tiene que ser muy rápida, igual de profunda y con el carácter del movimiento para no perder tiempo en cada respiración.

Dominar la respiración es muy importante para dominar la música y el modo en que la queremos tocar, pero si queremos respirar bien ¿Cómo lo vamos a hacer si nuestro cuello esta tenso, la garganta esta cerrada y el pecho cerrado? Esa falsa sensación de estar respirando pero no coger aire…

Por ello, la respiración no solo es coger más aire sino, conocer otras áreas fuera del mundo musical y aplicarlas, algo que nos permitirá mejorar la forma en que lo cogemos y cómo lo utilizamos mientras tocamos.

Centrarnos en trabajar la respiración y el uso de la misma, puede hacer que desaparezcan muchos problemas que tenemos en el sonido, la articulación e incluso los dedos. Es como querer vocalizar o dar una conferencia sin coger aire o sin voz.. ¿Nadie se lo plantea, verdad?

Para los más jóvenes, si tenéis algún problema de este tipo, aprovechar el verano, cuando tenemos más tiempo para trabajar estos aspectos. ¡Analizar vuestra respiración y como poder mejorarla!