Por Diego García. El saber no ocupa lugar
Es curioso como con el paso de los años te vas dando cuenta de que necesitas aprender cada vez más y los conocimientos adquiridos durante la etapa de estudiante no sirven de mucho en la vida real. Esto me ha hecho reflexionar sobre como enseñamos a nuestros alumnos.
Supongo que con el cambio generacional todo es distinto y creo que no soy el único que observa que la educación ha cambiado, algo que luego se traslada a los puestos de trabajo. Ahora se tiende hacia la especialización en un área determinada pero en lo que a nosotros (músicos) respecta, más no nos podemos especializar ¿Verdad?
Hoy en día las tareas multidisciplinares cobran una gran importancia. Ya sea en el trabajo o los estudios nos ayudamos de varias herramientas y disciplinas para poder complementar nuestras tareas diarias y en el caso de los músicos, sería bueno saber como podemos plantearlo. Cuando toco la flauta evidentemente tengo que conocer la teoría musical, al igual que para sumar tengo que saber los números. Sin embargo el echo de conocer la vida del compositor, como se mueve un brazo, el funcionamiento del aparato respiratorio o entender un sentimiento ¿Para que me puede servir?
Como he dicho antes, con el paso del tiempo sientes la necesitad de saber más. Poder conocer la época de una obra para entender su estilo y como interpretarlo en cuanto al sonido, articulación y fraseo. Saber que con una obra puedo sacar un sonido determinado que pueda evocar un sentimiento. Si un día me duele un brazo observar el motivo y controlar mi cuerpo para que eso no ocurra, o bien saber que mi respiración puede cambiar dependiendo del uso que le de a mi aparato respiratorio.
Todos estos son pequeños ejemplos de lo que ocurre cuando estamos tocando, algunos de ellos ocurren en pocos segundos y en muchas ocasiones no somos conscientes de que están ahí. De serlo nos ayudarían a subsanar muchos problemas a la hora de tocar.
Esta visión multidisciplinar de ser aplicada desde que somos pequeños nos podría dar una gran visión de como tocar un instrumento, que no solo sea soplar o tocar notas y en gran medida, inculcar a los más jóvenes a que obtengan esta visión e investiguen para mejorar como músicos.
Conocer como eran los instrumentos y la música en otras épocas y paises, introducirse en técnicas de control corporal o interesarse por grupos e interpretes, nos pueden hacer tocar mejor la flauta y crecer como músicos creando un interés por el conocimiento que nos llevará lejos en nuestro largo camino.
Por ello os invito a que inculquemos este tipo de educación a nuestros alumnos e hijos y les hagamos participes de lo que ocurre a nuestro alrededor. Y más ahora con toda la tecnología, el saber no ocupa lugar.